¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?

Me siento tan ambiguo como los sentimientos del bacteriólogo Walter Fane por Kitty.
O tal vez lleno de gritos pasionales como Alisdair Stewart, y a la vez vacío de palabras, envuelto en un misterioso silencio como Ada McGrath.
Lleno de moralejas tan difusas sobre el ego y el amor, como la de Antonio Raimundo Montana y Elvira Hancock.
Atrapado entre tragedias mitológicas tan valiosas para mi ser, como la de Orfeo y Euridice.
Donde la confianza se ve consumida abruptamente por el Hades.
Destrozado como Henri Le Rennet al morir Virginia Clemm de tuberculosis.
Insípido y a la vez apasionado como Lovecraft.
Envenenado como Sócrates, apedreado como Hipatia.
Cegado como Galileo & John Milton.
Deprimido por primera vez en la vida. 
Deprimido como Robert Darwin tras la muerte de"Annie".
La gran diferencia es que él no tuvo que matar a sus hijos.
Ni Cronos pudo realizar tal barbarie, como la que ha sucedido estas semanas.

Me siento confundido como J. K. Simmons tras leer la historia de Osbourne Cox.
Metafóricamente atrapado como Pink de The Wall.
Eternamente efímero como Hannibal por Clarice Starling.

A la vez me siento libre como María Nieves Rebolledo, como Aute.
Autónomo como Sabina Spielrein.
Y acompañado como Ewan McGregor al conocer a Mélanie Laurent.
O como Joel Barish al conocer en sus recuerdos a Clementine Kruczynski.
Acompañado eternamente de forma paradójica como Davos Hanich & Hélène Chatelain, como James Cole & Kathryn Railly.
Como cantase Silvio Rodriguez
¿Quién fuera? Alí ... Corazón

No me siento mal-No me siento bien.
Simplemente sigo vivo, en lo más complejo de la palabra.

Christian Gottlieb Kratzenstein, Orpheus and Eurydice, 1806, Ny Carlsberg Glyptote,Copenhagen.

1 comentario: