Aquí estoy; a los 18 años, viajando hacia una posible nada, el Sol acaba de aparecer, estoy impaciente por lo que vaya a suceder, como siempre, es hora de levantarse; no le temo a las estrellas sino a la burocracia, vivo en libertad en una jaula de paranoia; si tan solo hubiese un rostro familiar entre tanta indiferencia, una respuesta a una sonrisa.
Incluso parezco lunático caminando y escribiendo, hago esto por que...
Rayos! un vendedor ambulante me hablo, una chica pelirroja de facciones asiáticas me sonrió, ahora una viejita me hablo para preguntarme instrucciones; parece ser "el día de hablarle a Alí", sigo fijándome en detalles burdos como el aumento de la gravedad en las escaleras y aquellos seres sospechosos; yo solo pido un poco de decencia, higiene y buen gusto en la sociedad, pero todo esto escasea.
Finalmente me senté, recordé que no traía audífonos puestos, vi que un señor se cambio de lugar, me intriga el por que... Levante la vista y evite ver a las personas, escuche una pregunta, de nuevo por instrucciones...
Quede atónito al descubrir dos cosas:
Soy un desubicado...bueno ya lo sabía, y soy tan indiferente como cualquier persona,eso me preocupa, entró una señorita con puntos en las uñas, moví mi pies por cortesía para dejarla pasar, mis pies son muy largos y estorbosos, siempre los comparo con los de un hurón aunque más bien parecen los de un canguro.
Deje de escribir un momento, busqué mis audífonos, un señor de bigote blanco observó como coloqué mi cuaderno junto a mi e hizo una mirada curiosa...
Oh si, el jazz comenzó a inundar mis oídos a un volumen lo suficientemente alto como para alejarme de la peste auditiva del lugar. Una señora de muletas se sentó junto a mi; me divierte la mirada de indiferencia y curiosidad de las personas, al ver a la mujer. Ambas sensaciones a mi parecer son casi opuestas, por eso es divertido verlas actuar al mismo tiempo. El señor frente a mi parecía abrumado, cansado por el día y aun así se atrevió a preguntar, algo que yo evito hacer en mi vida a toda costa.
Como había dicho hoy fui a nada, las secretarias no me dijeron nada que no dijera un papel pegado en la pared. Sigo escribiendo, entre humorísticas canciones de necrofilia, descubrí que el hombre angustiado y la señora de muletas habían desaparecido.
Espero que nadie pueda leer mi letra, cuando escriba todo; lo cual dudo mucho ya que solo mis mejores amigos le entienden a mi letra.Hoy salí de improviso tuve que cancelar mi cita con Nayeli, por que la dama no pidió permiso, como es costumbre de ella, mi chica impulsiva ya me acostumbre a su vivaz actitud.
Pienso que habrá días que escribiré mucho, días que escriba poco, pero siempre hay algo que contar, eso es seguro.
En mi camino me acompaña la canción Right in Two de Tool que habla del egoísmo y la violencia estúpida del humano; continuo con mis ojos cerrados y solos de guitarra de 3 minutos...
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